El Ajedrecista estaba programado en el marco de las reglas del juego del ajedrez para resolver cualquier final de partida de la torre y rey blancos contra la reina negra. Aunque esta máquina no jugara de manera muy precisa y no siempre llegara al mate en el número mínimo de movimientos, siempre lograba la victoria. En 1920 Torres Quevedo construyó otro Ajedrecista.
Este autómata es una de las primeras manifestaciones de inteligencia artificial, y es considerado por muchos como el primer juego por computadora de la historia.


El Ajedrecista: Wikipedia